No todo en el sur es color de rosa
Nos encontramos con personas que deberían haber sido para nosotros facilitadores y ayudarnos a brindar a su gente la posibilidad de vivir nuevas experiencias, y sin embargo, fueron obstáculos para poder llegar a concretar nuestros objetivos.
Cuesta más hacer que alguien trabaje cuando su costumbre es esperar y sentarse a que las cosas sucedan solas, que brindar las manos. Es más fácil buscar excusas que hacer lo que se puede por ayudar aunque resulte poco. Es la costumbre (mala) la de privilegiar los asuntos personales, las peleas políticas y humanas antes que el bien común, el servicio a la población, que tiene ansias de que nuestro viaje cumpla su objetivo y sea una realidad en cada lugar.
Realizar en tan poco tiempo una función, distinta en cada pueblo, dar lugar a un auténtico intercambio cultural con los artistas: es un trabajo enorme y delicado que necesita la colaboración de la gente que en cada caso se ocupa de los asuntos culturales.
Por situaciones como estas la función abierta a la comunidad de Maquinchao no pudo concretarse.
De todos modos encontramos una forma de llegar diferente: bailamos en el Hogar de ancianos del pueblo y trabajamos junto a la gente de Folclore, pero nos apena haber realizado tanto esfuerzo y sentir la deuda con la comunidad en general, que espero conociendo todo esto puedan comprender el porque del cambio de planes.
domingo, 14 de febrero de 2010
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Felicitaciones por semejante "Juicio crítico" al nulo apoyo brindado por las autoridades de Maquinchao. Mi más sentido pésame al pueblo, que depende diariamente de la acción de inactivos.
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